Como se ve en la imagen, el recorrido fue Barcelona - Tona - Moià - Barcelona. Unos 120 kms. +/-.
En la ida, pese a no estar aún en invierno, pasé algo de frío. Y es que uno no está acostumbrado y no es muy previsor. El caso es que salí de casa con la chaqueta de cordura, camiseta de manga corta y unos guantes poco invernales y lo pagué. A medio camino tuve que parar a ponerme una "braga" (suerte que la llevaba), por que me entraba frío por el cuello.
Eso si, tengo que decir que la chaqueta (Levior Qatar), funcionó muy bien y el cuerpo en si estaba bien "tapado".
A parte de esa anécdota, la ruta vale la pena para empezar a rodar en moto por carretera. Tiene partes cómodas y rápidas (autovía), partes con curvas fáciles (a ritmo paseo, no pensemos mal), y algunas "paellas" que hacen disfrutar del paseo sin cansarse mucho.
También sirve para tomar contacto con la moto. Ver que tal va en curva, que tal va uno mismo en carretera, reencontrarse con el ambiente motero los domingos por la mañana, comprobar que se sigue manteniendo ese saludo entre afines. Y lo que a mi más me importa, que me sigue gustando ir en moto solo por ir, sin más.
Quería parar y hacer muchas fotos: de la moto, del paisaje, de los pueblos. Pero por unas cosas y otras al final solo tengo fotos de Caldas de Montbui, uno de los pueblos que atravesé (bueno, entre para tomarme un café y hacer fotos).
Por si me lee alguien que no sea de la zona, decir que se trata de un pueblo pequeño de la provincia de Barcelona con aguas termales aprovechadas ya desde la época románica en la península.
Vale la pena visitar este pueblo, aunque solo sea para ver su centro urbano y sus fuentes de agua caliente o tomarse un café tranquilamente en alguna de sus terrazas.
En fin, espero hacer más salidas como esta o más largas disfrutando de la carretera, la moto, y ya que estamos, la fotografía.
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