La idea para hoy era hacer algo de nacional y no tanta autopista. No solo por abaratar coste, también por ver algo mejor el paisaje, poblaciones, etc.
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Nada más salir de Vierzon comenzamos a buscar una gasolinera, por que la reserva empezaba a parpadear. Quizás ayer ya lo hacía, pero o no me dí cuenta o lo dejé pendiente para el día siguiente.
El caso es que en la primera gasolinera no hubo forma humana de poner gasolina. Era una de esas automáticas, sin ningún personal físicamente, que introduces la tarjeta VISA antes de poner gasolina, luego llenas el depósito y finalizas el pago con la tarjeta. Nada, ninguna de las 3 tarjetas funcionaba.
Un poco mosca con el tema, decidimos continuar adelante (qué remedio), hasta encontrar otra, y menos mal que no pasó mucho tiempo por que empezábamos a estar algo intranquilos.
Encontramos un Carrefour con gasolinera y llenamos hasta el borde. Aceptaron la tarjeta sin problemas y encima la pagamos más barata.
Continuamos hasta Saint-Amand-Montrond donde paramos a desayunar. No llevábamos muchos kilómetros, pero nos apatecía por la hora.
Segundo desayuno del día. Ja, ja, como los hobbits. |
Al llegar a Clermont-Ferrand dejamos al carretera nacional para entrar en la autovía. Continuamos hasta Millau, parando para comer o descansar algo en las áreas de servicio y de descanso que pueblan las autovías y autopistas francesas.
En ese trayecto: de Clermond-Ferrand hasta casi Millau, tuvimos unas rachas de viento lateral realmente fuertes.
De camino a Millau. Antes de llegar ya ves el viaducto (derecha) |
En general no nos dejaba ir "rectos" y nos movía con cierta facilidad de un lado al otro del carril sin demasiada violencia, lo cual hacía llevadera la conducción.
Aun así, en algún caso si que nos hemos llevado algún susto. En un adelantamiento a un camión, todo y estar pendiente por que el aire entraba desde la derecha, el golpe fue tal que nos mandó del carril central (por donde adelantabamos), hasta casi la línea izquierda del carril izquierdo. Menos mal que antes de adelantar miraba si el carril de la izquierda estaba libre también. Por si acaso.
Al final del día estaba algo más cansado de lo normal. Creo que por los kilometros acumulados en estos días, si, pero mayormente por ir tan pendiente del viento. Aunque la conducción en sí no era del todo complicada si hace que vayas más tenso que de costumbre. Y eso cansa.
Llegamos a Millau y buscamos un hotel que no fuera demasiado caro, un término medio (como el resto de hoteles que hemos encontrado en este viaje), y al final encontramos uno cerca de la estación de trenes.
Mientras contrataba la habitación llegó un tipo vestido de "romano" que también reservó habitación para dos personas.
Al salir a la entrada para descargar la moto nos dimos cuenta que venian 2 personas en sendas BMW (F800R y 1150 GS), y por el aspecto de uno y otro parecían padre e hijo.
Ducha rápida y cambio de ropa para dar un paseo por el pueblo y cenar en una brasserie sendas ensaladas y "Confite de Canard". Es la última noche en Francia y esta a sido una forma de celebrar el viaje como otra cualquiera. El confite espectacular, uhmmmmmm! que bueno.
Cenando en la terraza de una brasserie. Umhhhhh que rico todo. |
Después de la cena volvimos al hotel caminando tranquilamente y a dormir. Mañana día de arquitectura contemporánea. El viaducto de Millau.
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