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1 de agosto de 2013

Ecuador 2013: Quito, la capital (3ª parte)

Para esta última parte sobre Quito capital e reservado la visita a la basílica y al teleférico. Por diferentes motivos, ambos me han dejado imágenes en la retina para el recuerdo. Pero empecemos por el principio, ¿no?

La basílica de Quito es realmente espectacular. Primero por su emplazamiento, en una zona bastante elevada de la capital disfruta de unas vistas increíbles desde las torres del campanario. Segundo, y no menos importante, su arquitectura.
Campanarios de la basílica

Gótico en los arcos, morisco en los techos, barroco en el altar y neoclásico en otras zonas. Una auténtica amalgama de estilos arquitectónicos salpicados además con una gran cantidad de imágenes y pinturas de la llamada "Escuela Quiteña".









La visita, aún siendo hora de misa, cuesta 1,5 $. Al entrar te piden que no hagas fotos durante la misa, aunque si no usas flash, y "trabajas" de forma respetuosa nadie te llama la atención. Evidentemente tampoco me puse a fotografiar a la gente.
Si se quiere subir a las torres cuesta algo más.
Estuve bastante entretenido. Su tamaño es bastante grande, y pararte en las pequeñas capillas para mirar las esculturas, entrar en la capilla principal tras el altar mayor (del tamaño de una iglesia por si sola), o contemplar sus increíbles vidrieras lleva un buen rato.

El teleférico de Quito no deja de ser una atracción como tantas otras en tantas otras ciudades del mundo. De eso estoy seguro. Pero, ¿cuantos de estos teleféricos suben hasta 3.000 metros de altura? Pocos ¿verdad?
Ah!, y por supuesto, a esa altura ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad.

Según subes, ya vas adivinando lo que verás desde arriba

En la parte baja hay un parque de atracciones para niños. No muy grande, pero bastante surtido de atracciones para niños de todas las edades.
Aún hay que subir un poquito más andando hasta el pie del teleférico, y a partir de ahí, una ascensión en unas cestitas para 6 pasajeros. Y la subida es de aupa. Pasas de unos 2.400 metros a 3.000 metros en poco más de 10 minutos.
Y cuando bajas, lo ves algo diferente, ja ja ja.
De hecho, con ese cambio de altitud, también cambia algo el "tiempo". 
Es curioso que en ese corto espacio de tiempo pases de estar cómodo en manga corta, ha tener algo de frío.

Parte de Quito. No cabe en una única panorámica

Quito es una gran ciudad. Y como toda gran ciudad tiene sus caras y sus cruces. Aun así no me importaría vivir aquí. Y lo digo en serio. 
La gente es agradable, muy atenta en el trato. Los vecinos se conocen y se ayudan entre ellos. Eso es algo que aquí en la gran Barcelona hemos olvidado.
Tienen un clima muy estable, ni hace mucho frío ni mucho calor, solo temporada de lluvia y temporada seca. Y además, estas en la mitad del mundo. Aunque esa es otra historia. Y la contaré más adelante.

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